miércoles, 13 de enero de 2010

Una visión del País

Las viejas factorías del mundo occidental, inspiradas en el Taylorismo o en el Stanjanovismo, burda copia del campo soviético, culminaron en el actual proceso de acumulación capitalista, que hemos presenciado en los últimos 25 a 30 años. Las antiguas correas transportadoras fueron perfeccionándose hasta llegar al fordismo que impulsó la producción y la define como: Tiempo-movimiento. La aparición del ordenador permite informatizar todo el proceso productivo en cada uno de sus pasos. El hombre cada vez toca menos la mercancía con sus manos. De la informática pasamos a la robótica. Un solo hombre, con mediana calificación laboral, puede producir lo que, hace cincuenta años, producían 20 o 30.

A este nuevo “fenómeno” se le llama por su viejo nombre: productividad. Palabreja que traduce la causa del derrumbe del Campo socialista.

En esta etapa del desarrollo histórico se han producido fuertes ruidos malintencionados; a propósito se ha querido y hasta logrado confundir a la dirección emergente de los pueblos con filosofías cocinadas, unas provenientes del Departamento de Estado de USA, como “El fin de la Historia”, otras originadas en los directorios de las grandes cadenas comunicacionales del mundo. Sus intelectuales son buenos estudiosos del marxismo, pero cuidan de que éste aparezca diariamente en los obituarios.
La contradicción Capital-Trabajo se hace más evidente y descarnada. La voraz competencia sigue su ritmo y las más productivas se tragan a las menos, y a ello se le llama MEGAFUSIONES. Cada vez que una se engulle a la otra se produce el cincuenta por ciento de desempleo, de la suma de ambas contendientes. Pero, el mercado se reduce y encontramos nuevas personas, (desempleados) sin capacidad de consumir.

Este episodio laboral se repite en las tres esferas de la economía. En el sector servicios (Terciario) se presenta la REINGENIERIA LABORAL. Esto es que ahora gracias a los ordenadores un(a) empleado(a) hace el trabajo de tres (3), pero su salario es el de uno(a).
Así las cosas, sin embargo la sociología muestra el lado positivo de los entes: los trabajadores han alcanzado un cierto nivel de igualdad, fundamentalmente en los países desarrollados. En los no desarrollados apenas nos parecemos unos a otros porque usamos la ropa y el calzado que produce la misma fábrica de cualesquiera de las naciones asiáticas o de las fronteras del norte de México.
Al fracasar la experiencia socialista europea, el Capitalismo descubrió que podía recuperar el “espacio” cedido a los trabajadores y volvieron por su fuero, a esta etapa la hemos estado llamando neoliberalismo. Pero ¿Qué ha sucedido, o sigue sucediendo? Que se ha juntado el salto tecnológico y la incorporación de China Comunista y la India al proceso Productivo Mundial, con unos cuatrocientos millones de trabajadores de mano de obra SEMI-ESCLAVA. Sin protección social, sin legislación, sin derecho a organizarse y viviendo en deplorables condiciones, lejos de la familia.
Citemos un solo ejemplo: la fabricación de pelotas para jugar béisbol. En Sabana Alta, Estado Lara, Venezuela, un trabajador experto cose en ocho(8) horas de trabajo 35 unidades y recibe un salario cada día de 16.5 dólares, mientras que en un tugurio chino que fabrica la pelota con que se juega en las grandes ligas y que no quiero decir su nombre comercial, el trabajador cose 40 unidades diarias y recibe a cambio UN (1) PLATO DE ESPAGUETIS con sal, sin salsa, y UN (1) DÓLAR al día. Esto es lo que el capitalismo llama PRODUCTIVIDAD.
Ahora bien, estamos observando que Europa, durante un largo proceso que lleva casi cuarenta años ha conformado una Unidad política y económica, decimos que se ha integrado. Los EEUU-Canadá y México (como frágil eslabón) y su protectorado japonés conforman una formidable potencia. China tutorada por el Gran Capital junto a Rusia intenta establecer otro polo de influencia económica innegable.
A la América Morena le puede quedar la alternativa de alzarse mediante el proceso de integración que lidera HRChF y en ese proceso estamos. El Continente Negro, exceptuando a los países de la costa mediterránea, ha sido vaciado de recursos materiales y talentos humanos a lo largo de los siglos; por tal motivo su situación es la más crítica, así que solo les queda la venganza: en los próximos lustros desaparecerá la mitad de sus población por efectos del SIDA pero, antes se han asegurado de dispersarlo por el mundo.
Intentemos hacer balance del lapso que va desde enero 1999 hasta la fecha. Recordemos a uno solo de los emblemáticos ministros que regentaron el petróleo, v.gr. Calderon Berti cuando manifestó: “es una estupidez decir que existen precios justos” al referirse al petróleo en un programa que transmitía un canal nacional en su hora matutina y en un programa estelar de los domingos por la noche proponía, aunque ya no era ministro: “vender la Faja Bituminosa por diez mil millones de dólares (10.000.000,oo) para amortiguar la deuda externa”, que sobrepasa los 25 mil millones para ese momento y el WTI costaba Diez (10) dólares.
Tal vez sea lugar común señalar algunas cosas, pero lo repetiré. El petróleo venezolano estaba por debajo de nueve dólares a comienzos del año 1999. Una acertada y audaz política nacional rompió el cerco tendido a la OPEP. Comenzó a escalar hasta descubrirse el gran plan para despojarnos de los hidrocarburos, líquidos y gaseosos. Algunos políticos no tradicionales habían sido citados, por el Dpto. de Estado, y acudieron presurosos: como Pablo Medina y su compañero, Andrés Velásquez, quien defendía a rabiar la entrega de los yacimientos de gas en el Golfo de Paria: “porque no vamos a permitir que se pudran en el subsuelo”, y lo lamentable es que lo decía frente a las cámaras de televisión.

A partir de Febrero de 1999 Venezuela ha sufrido algunos cambios significativos en el orden político, social y económico. La vieja clase política fue sustituida parcialmente sin mayores traumatismos, por un amplio frente difuso liderado por un grupo nacionalista proveniente del sector militar.
A este grupo lo encabeza HCh, inspirado en la nueva filosofía posmoderna, corriente ecléctica promocionada como propuesta más avanzada que el pensamiento marxista clásico. Esto explica cómo pragmáticamente cita, en el mismo discurso, a Gramsci, Perón y a Juan Pablo II para apoyar cualquier tesis que se le ocurra en alguna alocución.
Con el Proceso Bolivariano se ha instaurado una redistribución de la renta petrolera, favoreciendo a las grandes mayorías.
El sector primario de la economía ha sido objeto de transformaciones con un intento, no claro, de lucha contra el latifundio. Este episodio lo podemos circunscribir dentro del desarrollo de una revolución burguesa: El campo debe producir el alimento barato y a tiempo para la fuerza laboral instalada en las ciudades. Sin embargo a pesar de los cuantiosos recursos económicos invertidos, después de cinco años de comenzado este paso no hemos visto un resultado satisfactorio. Es justo reconocer que, por primera vez, en 2007, fuimos autosuficientes en maíz. El éxito de este sector se hace un tanto difícil por la escasa población campesina, que a duras penas se ubica entre un 13 a un 15%.
El sector secundario está marcado por la industria petrolera, con un peso definitivo en el rumbo de la nación, por lo colosal que representa la renta pero, el sector como tal no logra despegar incluso con las grandes inversiones del Estado. No tenemos las cifras sobre la fuerza fabril venezolana, pero su peso específico no es significativo a juzgar por la presencia poco numerosa de las organizaciones obreras.
El terciario es el que indiscutiblemente ha crecido. La burocracia se ha incrementado en una dimensión tan cuantiosa, que ya se hace difícil memorizar el número de ministerios y una cantidad de nuevas instituciones, cada vez en aumento. Esto por el lado del Estado, pero la parte privada ha crecido gracias al reciclaje monetario obligado por el control de divisas.
En sentido general vemos un progreso también en lo social: se observa una mejoría de la población en todos los órdenes. No significa esta afirmación que todos los problemas sociales estén resueltos, o a punto de serlo. Tal vez sea en salud donde mayor énfasis se ha hecho, sin embargo se siente que las inversiones en este aspecto se convierten en gasto y sentimos muy distante la solución esperada. La falta de seguimiento puede dar al traste con algunas instituciones y/o Misiones. El sabotaje es otro factor clave, mortal.
En el aspecto político la Constitución resume de manera magistral el significado de los cambios; por lo que no les quitaré tiempo en este particular.
El problema de fondo radica en que estos cambios dependen de medidas iniciadas por el ejecutivo nacional, y no son producto de una lucha de masas, por lo tanto no corresponden a cambios estructurales, sencillamente porque las estructuras de la sociedad capitalista no solo no han sido tocadas sino más bien reforzadas. Es decir todos los avances producidos son reversibles con apenas un cambio, no de gobierno, sino en el gobierno. No olvidemos, además, que las viejas estructuras burocráticas y las viejas costumbres de la IV, se mantienen prácticamente intactas.
Se dice, y nadie lo desmiente, que comenzó un viraje a partir del dos de diciembre de 2007. Fortaleciendo un nuevo grupo económico, que se desarrolla desde la vicepresidencia, con los recursos del Estado, como lo hizo la vieja lumpem burguesía, la misma que el Presidente llama Oligaquía.
El Líder llamó a lo más conspicuo de la clase económica, les ofreció garantías de mayor enriquecimiento con el mínimo esfuerzo, estos han interpretado el llamado como un factor de debilidad.
Para concluir haremos algunas afirmaciones:
1. La expansión capitalista actual impide la formación de estamentos nacionales que puedan funcionar establemente como burguesías nacionales.
2. Los cambios producidos por la coyuntura China, no son los causantes “per se” de la actual condición socio-económica del mundo, este obedece más a la propia dinámica capitalista determinada en el carácter metabólico del sistema.
3. El sistema capitalista es único y planetario y ningún país puede sustraerse de él. p.ej. URSS, Viet-Nam, China y Cuba.
4. Cada una de las crisis sucesivas del capitalismo producirá de forma inmanente su colapso, pero hablamos del sistema, no de una región.
5. Si nos sorprendiera este colapso sin una organización revolucionaria sobrevendría regionalmente la barbarie.
6. Con la actual coyuntura la sociedad venezolana puede avanzar mucho, si y solo si, se logra estructurar una organización revolucionaria libre de burocratismo y ladrones.
7. Sin el Partido revolucionario los cambios producidos en Venezuela son fácilmente reversibles.

Marcial Ríos.

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