lunes, 3 de diciembre de 2007

Carta abierta a los compañer@s compatriotas venezolan@s y a los revolucionari@s que luchan en estas tierras:

Soy apenas uno de tantos profesionales de las ciencias sociales que trabajan por este proceso, y uno de los tantos que mucho antes de reconocerse como cientista, intenta ser un “revolucionario latinoamericanista”… También soy uno de los tantos que sin ser legalmente “venezolano”, como Bolivariano activo SI lo somos (en mi caso soy un “Venezolano nacido en el Sur de América Latina”…).
Junto a otros me crié en Venezuela viviendo aquí años de exilio, éramos muchas familias en la misma situación. Vivimos la derrota permanente de la izquierda venezolana durante los 70s y los 80s, repudiamos la decadencia de los renegados y de los tránsfugas que otrora se perfumaron de revolucionarios… También de niños vimos muchas veces a Alí cantando a los compañeros del Salvador y a los Sandinistas cuando aun ellos aun no triunfaban (admiramos a Ali con su ejemplo de constancia y persistencia de trovador guerrero)…
A mediados de los 80s, muchos volvimos al Sur y nos tocó vivir como pueblo nuestras derrotas estratégicas al empezar los 90s, tras el retorno a unas pseudo-democracias neoliberales y tras la caída de los socialismos del Este, lo que repercutió en la desarticulación de todo nuestro campo popular; una derrota de la cual recién empezamos a levantarnos, y en gran medida gracias a la luminosa influencia, apoyo y ejemplo de este proceso Bolivariano…
Algunos también volvimos a Venezuela a finales de los 90s, para apoyar desde su comienzo el proceso Bolivariano, vivimos el golpe, padecimos y combatimos los paros y todos los crímenes que aun se cometen desde el imperialismo hacia el pueblo organizado… Vivimos y nos alimentamos emocionalmente del triunfo popular en esta tierra de Bolívar…
Por teoría, pero mucho más por experiencia, sabemos que el “triunfo” no es solo un fenómeno “cuantitativo”, que es también la “relación subjetiva” entre las expectativas auto generadas y los resultados que nos toca encarar… Compañer@s: ¡¿Es que acaso en Venezuela nos hemos fatalmente acostumbrado los revolucionarios a “ganar elecciones” desde el “rojo espectro” con porcentajes elevados, y solo a eso llamamos “triunfo”?!...
Compañer@s y herman@s, soy tan solo uno más dentro de las anónimas brigadas de hormigas revolucionarias, y uno más de los que pensamos que nunca debiésemos dejar de recordar que lo que en Venezuela se vive como una “ofensiva revolucionaria” local, es a nivel planetario y regional aun una “Heroica Resistencia”, una “Resistencia” que empezó a tomar matiz de opción estratégica, de “Socialismo del S.XXI”, de “Nuevo Mundo Posible”, de “Otro Modo es Posible”, pero que es centralmente una opción que debe vivirse aun con el rigor de una fase “Heroica” en una lucha imprescindible, es decir, una opción no apta para espíritus que pretendan mantenerse a si mismos “blandengues” o “simplones”…
Quienes confundan un “revés circunstancial” con la “propia aniquilación” no han templado aun su fibra en los rigores de lo que debe ser una “revolución verdadera”, por lo menos en el sentido que la plantean nuestro Bolívar y nuestro “Che”…
A veces el “enemigo” no es el que logra articular las “operaciones psicológicas” preparadas para doblegar nuestro voluntad revolucionaria, a veces estas “operaciones psicológicas” provienen del entramado que surge de nuestra propia falta de análisis estratégico y de nuestra propia falta de disciplina personal y colectiva en el trabajo de hormiga (no de esa disciplina del “servil obediente”, sino que la disciplina de quien sabe que cada contienda es importante porque es “una más”, y que cada triunfo es importante porque es “uno más de los miles necesarios por lograr”, y que cada derrota es lo que llamaría el estratega Lenin: “Un paso atrás para dar dos al frente”… (lo demás es claudicar, lo demás es traición: una traición a nosotr@s mism@s como revolucionari@s)…
Cierro estas letras con las palabras de un poeta comunista, revolucionario y luchador antifascista; palabras que me ruego humildemente que tratemos de meditar como Bolivarian@s y como Revolucionari@s:

“Conservar la cabeza, cuando todos la pierden,
confiar en sí mismo, cuando los demás dudan de uno,
pero también dar cabida a esa duda,
esperar y no cansarse de la espera,
oír que alrededor de uno se miente,
pero no participar en la mentira,
poder soñar y no dejarse envolver por los sueños,
enfrentarse con el triunfo y el desastre
y dar a esos dos impostores el mismo trato,
ser capaz de soportar que la verdad enunciada por uno
sea distorsionada por infames para convertirla en trampa de incautos,
ver que las cosas a las que se ha consagrado la vida
están rotas y agacharse y reconstruirlas...
…La mejor forma social es aquella que brinda
las mayores posibilidades de éxito
a la mayoría de los Hombres...”


Arriba las conciencias y los corazones compañer@s; hoy como tantas veces recomienza el trabajo… como debe recomenzar cada día…

¡Por una Venezuela y una Latinoamérica Bolivariana y Socialista!
¡La Revolución es permanente!
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
¡Socialismo o Barbarie!

Atte.
Lycan
largocamino@gmail.com

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