lunes, 3 de diciembre de 2007

¿Qué pasó?

Una derrota enseña más que mil victorias, eso ya lo sabemos, ahora para poner en práctica ese pensamiento debemos repasar detalladamente los errores cometidos, para trabajar en ellos desde este mismo 3 de diciembre.
Como venimos insistiendo desde hace tiempo pudo más y fue más determinante la debilidad que la amenaza, esto último es un factor externo, intrínseco a cualquier confrontación, es decir, el otro también juega, así que no podemos culpar al intervencionismo de la derrota. Igualmente tampoco tocaremos aquí los aspectos “positivos” de esta derrota, focalicémonos pues en las debilidades.


1. Autocomplacencia: Octubre de 1973, Egipto y Siria realizan un ataque combinado sobre Israel, el Estado judío estaba descolocado, y recuérdese que la sorpresa es un multiplicador de fuerzas en el campo de batalla, ¿qué había pasado?, los decisores políticos y militares israelíes se encontraban en una situación de autocomplacencia por dos razones, la victoria rápida obtenida en la guerra de los seis días (1967) y la inmensa superioridad militar que poseían. Volviendo a nuestro caso, las sucesivas victorias electorales, y sobre todo, una lista de personas a nivel nacional, la cual se calificó como aspirantes a militantes, (cuando simplemente es una lista) hizo creer al Presidente que la victoria era segura, quien fijó plazos sumamente cortos para la difusión de la propuesta, y además no estuvo en el país en buena parte de ese tiempo.

2. Soberbia y sectarismo: En la política se suma y se persuade, no importa que tanta fuerza se tenga, se debe realizar una persuasión permanente, y sobre todo sobre potenciales aliados, así sean circunstanciales, esto no significa de ningún modo que se va a cambiar el rumbo o se va a ceder en convicciones, se trata simplemente de lograr la viabilidad del proyecto político. Con el fascismo pro imperialista y pitiyanqui no hay nada que hablar, pero el Presidente debe vencer el sectarismo y reunirse con grupos y partidos, que aún cuando lo apoyan, pudiera conformar con ellos una sólida plataforma política, y no una maquinaria electoral chucuta, como hasta ahora ha sucedido. Más importante aún es incorporar al proceso a los grupos que tienen profundo conocimiento y experiencia política, los cuales (muchos de ellos) están al margen de este proceso, gracias a la “derecha roja”, personajes y grupos que se llaman revolucionarios, por que durante este gobierno, les ha resultado rentable autocalificarse como tales

3. Genuflexión: Esta lucha es real, es contra el imperialismo, y no se puede plantear una guerra de esa naturaleza y bajar la guardia o dejarse quitar terreno, esta lucha es larga, permanente y de pulso, se debe luchar palmo a palmo, centímetro a centímetro. Es inconcebible todo el espacio que se le concedió a los medios reaccionarios sin que hubiera una respuesta firme del Estado, el cual cuenta con las herramientas necesarias para dar respuesta a este atropello psicológico al cual fuimos sometidos. Durante la madrugada, quienes nos manteníamos en constante comunicación pensábamos preocupados, que si la victoria del SI, se daba con un margen como el que finalmente obtuvo el NO, (margen pírrico), el conflicto sería de grandes proporciones, sin duda el país se incendiaría, sin embargo si fuese al revés, como finalmente ocurrió, se impondría la sindéresis y la paz. ¿Por qué nosotros si aceptamos y ellos no?, la respuesta es obvia, y aunque suene a lugar común, se trata de la disociación sicótica a la que todo el país ha sido sometido y la cual ha calado en buena parte de la población. Se demostró un Estado genuflexo, que dejó que se contaminara al país con un veneno más letal que el uranio empobrecido usado contra Irak, ¿desidia o conspiración?, hay que evaluarlo y tomar las acciones correspondientes. Estamos luchando contra el imperio, ESTO NO SE PUEDE REPETIR.

4. Ineficiencia generalizada: Una buena parte de la derrota se debió a la inconformidad que tiene la población con la gestión de gobernadores, alcaldes y servidores públicos en general, este descontento fue un factor esencial de la derrota, entre la ineptitud de estos cargos y la conspiración silenciosa que realizaron buena parte de ellos, sellaron el destino de la reforma. En el mismo sentido de ineptitud, se encuentra el rol desempeñado por los medios de comunicación del Estado, su papel viene siendo deficiente, pero llegó a un punto lastimoso este 2 de diciembre. Esto es una guerra de cuarta generación, y los medios de comunicación son la artillería de esta confrontación, lo que viene sucediendo es inaudito, mientras nos atacan, bajo la mirada complaciente de los organismos del Estado, nuestra “artillería” esta ausente de la realidad y del conflicto.

5. Lo político: Finalmente el tema más importante, que fue determinante y que permea todo lo anterior. Carecemos de una estructura política, la cual no se puede decretar, ni confundir una inmensa lista vario pinta con un partido. La falta de claridad de las bases (y de buena parte de los “lideres”) está definiendo el rumbo de este proceso, no se puede nombrar a dedo candidatos y esperar la pasividad de las masas, no se puede quitar poder al sistema clientelar y esperar que los beneficiarios de dicho sistema lo asuman pasivamente y le den el poder al pueblo.

Estas reflexiones están dirigidas a todos los revolucionarios, no sólo al Presidente, quien, por supuesto, tiene una responsabilidad especial en esto.
No podemos jugar a la guerra contra el imperialismo sin tomarlo en serio.
Sea cual sea el escenario y la estrategia que se plantee, sino superamos estos elementos estamos condenados al fracaso


RETROCEDER NUNCA, RENDIRSE JAMÁS
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE .....VENCEREMOS

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